TREINTA |
Soñaba con un hombre de seda silvestre, un sabio que hiciera arder su cuerpo y su pasado, pero la frágil sapiencia
del cuerpo de él hacía que ella viviera suspirando por su polo opuesto:
alguien caminó por el parqué viejo, cerró amorosamente las ventanas, le quitó las ropas en silencio y sin que mediara un solo pensamiento
la dejó en la cama, recostada ante
las noches sin opulencia.
Stefan Hertmans (título original: Dertig) © Traducción española: Diego J. Puls 1997 (con ocasión del festival de poesía «Saint Amour», Círculo de Bellas Artes, Madrid, 1997) |