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EL ARTE DE AMAR

 

 

«No te cases, hija mía,

con nadie que escriba poesía.»

Annie M.G. Schmidt (poetisa holandesa)

 

 

Nulidades con sus letras,

aunque diestros con los labios

y brillantes, a veces, en sus bares: los poetas.

 

Italianos que reservan la mentira

más audaz para la mujer más bella

y que lloran luego a sus madres muertas: los poetas.

 

Se mantienen eternamente jóvenes

aun cuando ya los restos de sus almas

salen humeando de sus pipas.

 

El que huelan casi invariablemente

a arenque ahumado, a calzoncillos sucios

y a leche que se ha puesto agria:

para eso, al fin y al cabo, son poetas.

 

Charlatanes, embusteros, engendros del Señor.

Dios nos libre y nos redima de los poetas.

Derraman amor por un solo verso

en el que siempre ha de ser ahora.

–No les importa que toquen a sus mujeres,

pero nadie se atreva a tocarles una coma.

 

 

 

Luuk Gruwez (título original: Ars amandi; extraído de: Dieven en geliefden [Ladrones y amores], p. 9)

© Traducción española: Diego J. Puls 2004

(con ocasión del XIV Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2004)