PAJARERA |
I
De la cabeza a los pies lleno de pájaros: mi padre. En su cuerpo cuelgan cielos de color azul lavanda y horizontes lejanos que invitan a soñar y ramas donde, siendo pájaro, se duerme a gusto.
Él alberga allí las especies más variadas. En la cabeza, por ejemplo, algo elevado: un cernícalo, un ruiseñor, un cardenal o aves elocuentes como el papagayo o el ara
del bar de karaoke. En torno a su colosal culo habitan tan sólo comunes y corrientes: canarios, verderones, herrerillos, discordes pero hermanados en su morada.
Cuando se echan a trinar vertiginosa y simultáneamente los pájaros aquellos, alcanzo a oír el eco del callar de él. Nunca hay silencio cuando mi padre calla.
Luuk Gruwez (título original: Volière; extraído de: Allemansgek [Loco de todos], p. 40) © Traducción española: Diego J. Puls 2004 (con ocasión del XIV Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2004) |