Vacilo ante esta hoja de papel como

también vacilé al ver tu pálido pellejo

inexplorado aún por yemas de dedos.

Yacías, igual que este cuaderno, abierta

ante mi mirada, que apenas osaba arrimarse

a la abominable altura de la areola de tu pezón.

Así como ahora me desplazo por este papel,

tachando torpemente, aunque recomenzando

siempre, comenzó mi recorrido por tu piel.

Había perdido hacía mucho el hábito de escribir,

y también las caricias me eran menos familiares

que otrora, cuando aún tenía manos

que creían en los milagros. Incluso ahora

el descreimiento suele volver ilegibles las letras

que dibujo en tu piel, si bien en ocasiones

los garabatos engendran secuencias que se

reconocen como frases y que han de

significarte que te amo.

Frans Denissen (título original: Zinnen)

© Traducción española: Diego J. Puls 2005

(con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2005)