Menu Content/Inhalt
ERA UNA TARDE...

 

 

Era una tarde

de horas petrificadas

más blancas que el hueso

no tenía

 

ni doce años y algo

soláceo se elevó

e hilvanó los calurosos días

inexpresivamente

allí

 

caminé rumbo al río

siguiendo esta caña

en pos de ávidas truchas

hasta que de pronto (color

mantequilla, caramelo) allí yacía algo

 

que en primavera había sido un alce –

cornamenta, una pelvis y un costillar.

 

Una vez cargado todo a la cabaña

en la cavidad de mi poncho

conseguí que mi padre (tras aplacar

sus ásperos gruñidos)

se arrodillara conmigo

probara

midiera

hasta que el atardecer

dio paso a la negra oscuridad

 

y había pasado con él

horas enteras

metido en mi otro mundo.

 

 

 

Erik Spinoy (extraído de Ik en andere gedichten [Yo y otros poemas], 2007)

© Traducción española: Diego Puls 2008

(con ocasión del XVIII Festival Internacional de Poesía de Medellín 2008)