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PASEO LUNAR

 

 

De las muchas mesas

que no existen,

una existe menos.

Y entre las muchas mesas

que no existen,

hay una, bien redonda,

en la que suelo apoyar la cabeza

deshaciéndome en suspiros.

 

No es por odio que suspiro,

mi patrimonio está a salvo.

Ni suspiro por aflicción,

pues ya están por dar las seis.

Y los suspiros, sin cesar

y sin atisbo de recato

no desvelan lo que callo.

 

Mas la mesa es más que bella.

A veces se convierte en luna,

la luna que pasea por la calle,

la luna que hurga en el barro,

la luna que espera a la vuelta de la esquina,

que come una manzana

y que es testigo de muchas cosas.

Una disputa con los pies descalzos,

un robo, un ratón.

Y que cuando llega a la puerta del fondo

se vuelve para mirar atrás.

 

Esa mesa que no existe,

ha vuelto a casa, y con ella

los suspiros sin cesar,

las vueltas de la tierra,

sin vínculo con experiencia,

con mano, con codo.

 

 

 

Arjen Duinker (título original: Maanwandeling)

© Traducción española: Diego J. Puls 2002

(con ocasión del XII Festival Internacional de Poesía de Medellín 2002)