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MANVARIO Y YO

 

 

Quien de tal modo oye al mundo tronar,

ríanse o no, ah sí y supone que vuela,

 

a las culebras oye reptar, a las nubes expandirse,

en un abismo el clamor de un pájaro vulnerable,

 

la precipitación, irreversible, de millones de enigmas,

a los cerdos ve partir y fugarse y morir,

 

el vacío colosal llenarse de un rayo,

pequeñas hojas, el crecer de las batatas,

 

adivina quién, quién de tal modo, quién aquí...

Quien tal vez allí, entre claras ristras de tiniebla,

 

deambula dando gritos, deseoso de hembra,

y ve el carácter del hacha, de tal modo,

 

mientras la tierra se estremece, hasta el horizonte al fondo,

mientras el viento devora viejos caminos, así y así y asá,

 

y de pronto alza la mano para avisar a unos amigos,

y puede sentir y siente el éxito de una flecha, de lejos,

 

y ve flores rojas de modo tan peculiar, ¡ay!,

los insectos embriagados, ve el final en el umbral,

 

con obsequios para saciar la sed y el hambre,

todo principio de toda vida, el sol volando como él, ¡oh!,

 

quien así huele la ira de las montañas, del río

que es remolino por la mañana y por la tarde sigilo,

 

ah, sí, huele la ira del mundo aquí y allá,

se encoge de hombros, la nariz de sus ancestros,

 

y sigue cazando, en círculos en continua expansión,

sigue cazando, con un rictus de dolor y hogueras, ¡quién!,

 

quien de modo tan peculiar vive el mundo,

mientras la luna lo guía en la caza, inalcanzable,

 

y el último círculo llega al borde del bosque, su fuente,

su sueño, su tiempo, ¡oh! quien allí y fuera de allí caza,

 

sigue cazando, trastabillando lascivo, pisa la llanura,

donde la hierba contiene el aliento bajo su paso decidido,

 

y al mundo da caza con sus ondulantes sentidos, ¡ay!,

mientras susurra y grita, quien sabe hacerlo de tal modo,

 

sabe y hace, allá y aquí, cazar por la pródiga lucha,

el gran combate, para poner a prueba sus sentidos día y noche,

 

¡pues sí!, para estrechar los lazos, entre mundo y estómago,

quien así caza y combate es, solo y único, Manvario.

 

 

 

Arjen Duinker (título original: Manvarius en ik)

© Traducción española: Diego J. Puls 2002

(con ocasión del XII Festival Internacional de Poesía de Medellín 2002)