LLAMÉMOSLE UNA CORTINA DE ESPEJOS... |
llamémosle una cortina de espejos por mí llamémosle una pared ciega
en todo caso algo que nos envuelve
algo que hay que desquiciar o dislocar descerrajar para que la perspectiva
para que entre las palabras el mundo en toda su multiplicidad
para que entre las palabras las cosas en toda su singularidad
no poder leer aunque sí ver
ver sin entrever las letras del abecé
K. Michel (extraído de Ja, naakt als de stenen [Sí, desnudos como las piedras], 1989) © Traducción española: Diego J. Puls 2000 (con ocasión del X Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2000) |