EN EL SALÓN DE LA CÚPULA |
¿De farolito de jardín? ¿De servicio de porcelana de Delft?
¿De biblioteca moderna? ¿De pavimento? ¿Banderín de córner?
¡No! Disfrazado de souvenir asistí al congreso de las cosas. Para acumular conocimientos y estrechar alguna que otra mano.
Era una noche templada En el aire madreselva y grillos Estrellas por doquier.
Deambulé por el salón Inclinando la cabeza a diestra y siniestra. Una araña de techo. Un arco iris. Un trofeo. Una sombrilla. Un frutero. Y más allá, de veras, un velero.
Respiré Comí algún bocado del bufé Y entablé una conversación. La aparición es el ser y éste es único. Eso dijo.
Los nombres son empleados públicos. Nos meten en carpetas, en grandes cajones. Los nombres son la aduana. Controlan el lugar de origen el contrabando. Y luego te estampan el sello.
Sí pero, quise aducir Los nombres también son azules aliento y golondrinas. Abren el mundo a nuestros pies.
¡No! Los nombres son viento del norte. Con sus soplidos nos tuercen como a los árboles en el campo los ciclistas, las cañas. Sobre todo cuando envejecen.
Eso dijo un florero de lilas con los pies descalzos.
Un souvenir como usted ha de saberlo puesto que usted es el emblema del estatus de las cosas en estos tiempos usted lleva el viento en el corazón, N'est-ce pas.
Como una navaja de Occam, la orquesta hizo un tajo en la conversación.
¡Oooh! Las palabras en el aire El pelo revuelto La noche brillante, muda.
Vestidos, copas, sombrilla. Ventanas, el florero, las lámparas.
Todos están vivos, todos saltan, todos gritan.
¡Yaaaa! La vida trasciende los nombres ¡Yaaaa! El amor que baila ¡Yaaaa! Mil millones de lilas.
K. Michel (título original: In de Koepelzaal; extraído de Ja, naakt als de stenen [Sí, desnudos como las piedras], 1989) © Traducción española: Diego J. Puls 2000 (con ocasión del X Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2000) |