ANILLO |
Apegándome a su cuerpo, firme como un niño que reclama atención pero en silencio, sonriendo a duras penas, veo una vida desmoronarse lentamente
hacerse polvo, arena, deslizarse entre mis dedos como agua en un río que circula primero bajo tierra, luego arriba por la superficie hasta el mar, la playa ahora serena y roja.
Lagrimea, la consuelo. Sus ojos cerrados me atraviesan, coge una mano y ciñe cual anillo el recuerdo
a mi corazón. Un alma se evapora, cuaja y se contenta de momento con otro cuerpo hasta que también a mí me lleve el viento.
Peter Swanborn (extraído de Bij het zien van zijn lichaam [Contemplando su cuerpo], versión revisada) © Traducción: Diego J. Puls 2011 |