ACADEMIA DEL OLVIDO |
Quise aprender el arte del olvido y, antes de olvidarme, me anoté en un buen curso con el cometido de hacer de mi memoria un consomé.
Pensar me estaba resultando un peso. De modo alguno ya me interesaba recordar fechas, nombres o sucesos. Causa, efecto, relación: no importaban.
Las clases resultaron pan comido. Nos deshicimos del saber del mundo. La Historia nada había producido.
Ignoro quién es héroe y quién tunante. Blandí el hacha como un iracundo sin distinguir el color de la sangre.
Gerrit Komrij (título original: Hogeschool van het vergeten) © Traducción española: Diego J. Puls 2005 (con ocasión del XV Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2005) |