PERSÉFONE (*) |
No fue él quien me raptó, fui yo la curiosa, que por propia voluntad bajé y dejé que me hiciera suya, casta. Así ofrecí la casa a la muerte de forma
imperecedera. Mi madre no lo entiende, pretende que baile para los segadores en la fiesta de la cosecha, el verano metido en la cabeza y en el
pelo. Pero yo también tengo un lado de invierno, que busca las raíces cavando más hondo, que va en pos de los gérmenes en la simiente. Esto
no se contradice con lo que pone arriba; quiero interpretar las fuentes de lo que alimenta, de lo que ha de caer en los brazos de los segadores. Así me pierdo.
(*) Perséfone es hija de Deméter, diosa del grano y la fecundidad. Fue raptada por Hades, dios del Averno, al menos según la historia oficial. En este poema dejo que hable la propia Perséfone, en una versión apócrifa.
Hester Knibbe (título original: Persephone) © Traducción española: Diego J. Puls 2006 (con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006) |