CUATRO MANERAS DE ESPERAR A ALGUIEN |
1. Sentado. Pensando en echarse, alisando con las manos las arrugas del mantel en torno a un plato complicado y demasiado abundante para dos y distinto al de la foto, pero oliente, oliente a través de las ventanas, y que se esfuerza por no hundirse, cual tripa contenida que elude ser convexa - comparar también es al revés.
2. Andando. Hacia las ventanas por ejemplo, y vuelta atrás y de nuevo hacia las ventanas, porque el sonido se inclina hacia lo que quiere oírse, pero no es. Pasa bailando una cabalgata, gente disfrazada que vitorea algo incomprensible, bien al corriente de sus nombres mutuamente y mirarlos bailar que te quedas mirando.
3. Parado. Junto a una entrada, salida donde habías dicho que, pero hay tres, ya no recuerdas si aquélla o ésta. Quedándose parado no se llega a encuentro alguno, pero quien se mueve casi logra lo que acabado de desaparecer. Seguro que aún no han dicho quién se queda y quién se mueve y quién habrá de ver cuándo y de cuán lejos a quién.
4. No.
Joke van Leeuwen (título original: Vier manieren om op iemand te wachten) © Traducción española: Diego J. Puls 2006 (con ocasión de una velada poético-musical celebrada en la Fundación Carlos de Amberes, Madrid, 2006) |