L’ÂGE D’HOMME |
Existe un tiempo en el que quieres todo y no puedes nada.
El tiempo todavía tiene un dedo tapando los labios o suelta una risotada descarada.
Despilfarrado, aprovechado, disputado, se nos aparece en hábitos variados
anticuados antes de haber tomado el pulso, contado los latidos del corazón.
El tiempo cumple años casi a diario. su voracidad va más allá de los pueblos más recónditos.
Siempre en boca de todos y eternamente coartado por algo así como la mortalidad,
nos lega generoso e indulgente los vestigios de muerte y descomposición.
Reléelos, nútrete de los restos alimenticios. Desciende a la fuente donde (rápido
como el relámpago sobre las aguas) el tiempo se descargó, la vida
soleada y cruel como la tierra súbitamente comenzó.
HC ten Berge © Traducción española: Diego J. Puls 2006 |