FOTO DE PRENSA |
Resulta conocido, se reconoce, el gandulear despreocupadamente cara a cara con la muerte, sobre todo la muerte de otros.
Cigarrillos y bebida (nunca pagados) al alcance de la mano, bandoleras colgadas del cuello llenas de balas de cobre,
el arma automática como un banjo a la altura del vientre. Viejos camaradas de apenas veinte años contemplándose casi como si fueran amantes.
También en blanco y negro se reconoce el azul metálico del cañón del arma, la culata que sigue siendo de madera extraída de árboles inocentes.
Y a lo largo del gatillo se extiende cómodamente un dedo índice.
Jan Eijkelboom (título original: Krantenfoto) © Traducción española: Diego J. Puls 2002 (versión literal con ocasión de un taller de traducción de poesía organizado por Poetry International, Rotterdam, 2002) |