PARQUE DE LOS MUERTOS |
Al caer la noche paseamos por los jardines del crematorio; tras los setos y avellanos se veía la luna temprana; yo iba picando migajas de mi chaleco mientras tú te regalabas un puro.
Quizá pensaras en unos negros bañados en sudor trajinando en plantaciones bajo el sol. También me pareció ver algo así en tu rostro. Yo en cambio contemplaba la luna por el seto.
No hablábamos: ¿qué nos podíamos decir? Tan sólo pensábamos en una luna y en el sudor. ¡Ay, jamás se respiró tanta paz en otro sitio! Sólo de vez en cuando de alguna urna salía un rumor.
Gerrit Komrij (título original: Dodenpark; extraído de Alle vlees is als gras of het knekelhuis op de dodenakker [La carne es como la hierba o el osario en el camposanto], 1969) © Traducción española: Diego J. Puls (en colaboración con Carmen Bartolomé Corrochano), publicada en «Poesía contemporánea en lengua neerlandesa», Stichting Ons Erfdeel, Rekkem (Bélgica), 1993. |