LA FUERZA DE LA PARÁLISIS |
Forse per forza già di parlasia Si travolse così alcun del tutto; Dante, Inferno, XX
Tú ibas en un sentido, yo para ir a mi casa en el opuesto. Dijiste algo, te volviste, yo también, pero una tromba negra se llevó tu boca, tu voz hacia adentro y durante muchas noches ya no pensé en ti
hasta que una cabeza contra el asfalto, todo gritos a mi lado, muda, apoyada en mi hombro, y otra más profunda e indefensa, en mi seno,
me tocó cantar y canté «se ha roto la llave –»
Te vi, vi desde mi cabeza tus ojos en el espejo.
A nuestras espaldas, encogidos como versos que uno olvida y se sacude del pelo al levantarse, los carriles. «Allí,» dijiste, pupilas en seguida contraídas, y afuera, volcados, esos dos, incrustados mutuamente hasta el volante.
Ciegos ante el peligro, tan tranquilos,
tan perdidos uno en otro, revolcados, tan sin querer y sin intento de esquivarse, tan decididos a enfrentarse cara a cara.
Eva Gerlach (Título original: De kracht van verlamming; extraído del poemario homónimo, ed. De Arbeiderspers, Ámsterdam 1988) © Traducción española: Diego J. Puls (con ocasión del X Festival Internacional de Poesía de Medellín, 2000) |