KORTENHOEF |
Viene la noche por el pequeño lago. Ya no remo, con una leve exhalación la piragua queda encallada entre las hojas de los nenúfares. Un último y breve comentario del viento a mis espaldas, en el cañizal. La menta de agua me persigue con su firme perfume tras el ligero roce de mi lancha.
Un somormujo rompe a nado, hidrófobo y presuroso, su exilio, como si en cualquier momento fuera otra vez el toque de queda, la niñez y la guerra.
Una burbuja estalla inaudible en la superficie; ¿existe la consternación también para el nonato?
¿De dónde viene tu obsesión por el silencio, hombre avejentado, cada vez menos medroso? ¿Acaso incubas tu vida y ya no deseas compartir con nadie ese contagio?
Ed Leeflang (extraído de: De hazen en andere gedichten [Las liebres y otros poemas], 1979) © Traducción española: Diego J. Puls (en colaboración con Carmen Bartolomé Corrochano), publicada en «Poesía contemporánea en lengua neerlandesa», Stichting Ons Erfdeel, Rekkem (Bélgica), 1993. |