GESTO DE ENTENDIMIENTO |
Guárdame del mito, pero haz ademán de amor juntando cabellos y manos a modo de consuelo.
Petrificada tengo la razón; he soñado con esculturas de niños. Anímalas.
Es una vieja historia (¿de qué remoto país?) que a un niño que echa a andar antes de tiempo
se le cortan las piernas justo por encima de las rodillas: medio torso del que nace nueva vida,
en pequeños cuartos fundido con la alfombra, aunado con el césped en jardines cerrados.
Todo por que haya paz en la familia, y que no haga falta pegar hasta que parezca.
¿También tu sueño de educar es tan severo? Entonces ven a verme, que yo no lo acabo de entender.
El suelo era mármol y el torso de piedra (no logré atravesar años y años de razón).
Ven pues y tócame, por piedad con los objetos: haz ademán de mito, esculpe en piedra mi nombre.
Ad Zuiderent (título original: Gebaar van verstandhouding; extraído de: Natuurlijk evenwicht [Equilibrio natural], 1984) © Traducción española: Diego J. Puls (en colaboración con Carmen Bartolomé Corrochano), publicada en «Poesía contemporánea en lengua neerlandesa», Stichting Ons Erfdeel, Rekkem (Bélgica), 1993. |