POEMA EN MONO |
Nada más bonito que escuchar un disco Blue Note de Kenny Dorham o de Henk Mobley grabado en mono en el 56 o en el 57 en uno de esos toca- discos portátiles de plástico Philips con amplificador incorporado y altavoz en la tapa que ponías en marcha tirando del brazo hacia atrás hasta que hacía clic tras lo cual debías colocar con la mano el zafiro microsurco en el surco de arranque del disco en movimiento y entonces después de algún chasquido ini- cial y en veinte escasos minutos daba comienzo la fiesta poniendo en reiteradas ocasiones la fe- licidad al alcance de todo el que tuviera orejas a ambos lados de la testa o en su lugar algo lo bastante parecido como para pasar por ella lo que era tan bonito o quizá más bonito aún sobre todo en habitaciones mal iluminadas tumbado en un catre tambaleante o apoyado contra la puerta de un cuarto de baño o de una cocina o descaradamente sentado en un sillón a la vista de los que bailaban sudorosos cuando tu mano se deslizaba por debajo de un elástico bajando por algún vientre con la respiración contenida y los dedos ávidos rozaban el primer vello húmedo camino de una raja púbica generosamente lubricada por lo general en la que los mismos dedos se detenían luego un rato para hacer un movimiento rítmico ascendente y descendente acompa- ñados por la música de Dorham o de Mobley y en un silencio repen- tino en torno al éxtasis sublime se percibía a veces un chapoteo acuoso casi inaudible aunque in- confundible por encima de una baja animal y sin embargo educada vibración de la úvula
Jules Deelder (título original: Monogedicht) © Traducción española: Diego J. Puls |