JUVENTUD DORADA |
Vi a las mentes preclaras de mi generación desangrarse por un alazamiento que no llegó. Los vi soñar entre cubiertas de libros y despertar en el infierno de veintidós ciudades, aciago como el corazón arrancado de Róterdam.
Los vi rendirse a una nueva borrachera y bailar en el fondo de la noche. Los vi llorar por los bueyes en tranvías y rezar entre dos bombillos de cien watts.
Los vi padecer talentos no solicitados y hablar con agitada voz: si estaba todo dicho, aún no por ellos.
Llegaban tarde. No se cumplía ninguna promesa. Las ciudades relucían negras como el caviar.
Menno Wigman (título original: Jeunesse dorée; extraído de: 's Zomers stinken alle steden [En verano todas las ciudades apestan], editorial Bert Bakker, Ámsterdam, 1997) © Traducción: Diego Puls, con la colaboración de Carmen Bartolomé Corrochano (revisada en 2016 con ocasión de la Feria del Libro de Bogotá) |