EL PADRE, LA HIJA, SU ALMA Y LA NIÑA |
1.
Aquí no se ve.
Cuando gran hermano que no te cuida te encierra en el baño, apoya las rodillas en tus bíceps, mezcla moco con saliva hasta que los salpicones rozan la oreja del hermanito y crece año tras año dejándote atrás como tú dejaste atrás su ropa que te tocaba usar hasta gastar, hasta que lo perdiste de vista.
Cuando dios y dios, ajá,
dios no es perro, cocinero ni liebre, menos aún hombre barbudo, célere anciano que no se deja ver ni retratar, doble de Papá Noel después de traer los regalitos aquel año y que ¡sí que existe!, ¡no!, ¡que sí! ya a la hora de acostarse se planta delante de ti, los pelos punzantes de la barba en tu mejilla que hacen que el Boss for men tarde varios sueños en desaparecer y ¡mamá! te despiertes entre sollozos.
Y dios, ¡Dios mío!, se queda con la boca abierta.
Dios es todo ojos.
Aquí no se ve.
Kurt De Boodt Título del original: De vader, de dochter, zijn ziel en het meisje [Extraído de: Moules belges (Mejillones belgas), Lannoo, 2002] © Traducción española: Diego Puls (para el XVII Festival internacional de poesía de Rosario, 2009) |