JUNTO A CADA CUNA |
Junto a cada cuna un hada. La madre aprieta. El padre rechina. Dice el hada: «Pues nada, ya veremos. Formularé mi pronóstico con mayor precisión más adelante».
Colgados de las lianas que la luz nos tiende, saludan seres diminutos en esencia incomprendidos: impetuosos, alegres, incluso aterradores.
Y no hay puesta de sol para ir, ni diario para leer. Las horas se suceden por orden numérico.
¡Polvo de estrellas, un cuarto lleno! Hemos aprendido a sentirnos cómodos, quedarnos en casa, es decir: no poder salir.
Mark Boog (título original: Naast iedere wieg; extraído de Er moet sprake zijn van een misverstand [Debe de haber un malentendido], Editorial Cossee, Ámsterdam 2010) © Traducción española: Diego J. Puls 2009 (para Alhucema, Revista Internacional de Teatro y Literatura, n.º 23, enero-junio de 2010) |