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BEBÍ HASTA QUE FUI LO SUFICIENTEMENTE SIMPLE PARA SER QUERIDO

 

 

bebí hasta que fui lo suficientemente simple para ser querido. me dejé querer. la tierra se abrió bajo mis pies. bebí hasta que fui lo suficientemente simple para ser querido. la bebida prendió fuego en mi garganta y detuvo mis pensamientos. bebí hasta que fui lo suficientemente simple para ser querido. ella me llamó por teléfono y yo temblé. ella peleaba por lo que yo despilfarraba. hijo del pensamiento. padre de la oración. culebra serpenteante alrededor de las patas de la gran cama de hierro. caleidoscopio de imágenes granulosas. fumé hasta estar lo suficientemente tranquilo para quedarme. la tierra se abrió. ella me llamó por teléfono y yo temblé. peleamos por lo que yo despilfarraba. el hijo del pensamiento. el padre de la oración. una culebra serpenteante alrededor de las patas de la gran cama de hierro. fumé hasta estar lo suficientemente tranquilo para ser querido.

 

el hombre que grita al otro lado no tiene paciencia para la señal de llamada. ella no contesta. el hombre que grita al otro lado de la línea está en una llanura. delante de él un campo lleno de flores. en medio de un prado hay dos tórtolos tumbados sin teléfono. a la izquierda del prado hay una llanura. a la derecha una mujer en una cabina telefónica esperando una llamada. de la cabina sale un cable. en medio de un prado hay dos tórtolos tumbados sin teléfono. por encima de ellos pasa un cable gordo blanco. cuando la mujer atiende el teléfono vuelan los pájaros. se llevan las flores, grita el hombre. él espera no espera la señal de llamada. espera a los pájaros. luego.

 

él arrastra a un niño por la arena. que se resiste. que da un respingo. lárgate de aquí. cambia de especie. extínguete. él arrastra a un niño por la arena. que falla.

 

ella tiene ojeras. que se las lleve el agua. en el pastel hay velas. que se las lleve el agua. ella tiene ojeras. su hijo subido a unos zancos. se enoja. contén la ira. aplaza. que se la lleve el agua. que se la lleve el agua hacia la llanura. hay dos tórtolos tumbados en un prado. sin teléfono. sin vista a la cabina telefónica. sin vista a la llanura. la playa se abrió bajo mis pies. el niño se cayó. ella me llamó por teléfono y yo temblé. las flores desaparecieron de las dunas. fumé hasta que estuve lo suficientemente tranquilo para ver a los tórtolos riendo en el prado. bebí hasta que estuve lo suficientemente callado para ser querido.

 

 

 

Tsead Bruinja (título original: Ik dronk tot ik simpel genoeg was om van te houden; extraído de Overwoekerd [Enmalecido], editorial Cossee, Ámsterdam 2010)

© Traducción española: Diego J. Puls 2010 (para el VI Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua, 2010)