HIPOPÓTAMOS |
Residen en palacios junto al Sena. Se oscurecen aposentos para ellos. La gente no se atreve casi ni a toser, les dedica montañas de estadísticas.
Son flechas en páginas de referencia, entradas en guías multicolores, piedras en ríos de palabras gorgoteantes, una pregunta capciosa en el examen.
Tocarlos está prohibido. Sobre todo no hay que despertarlos. Ni dirigirles la palabra: hablan lenguas extintas.
El que hayan pasado por varias manos, tormentas del desierto, tumbas, guerras tratados: eso acá no viene a cuento.
Peter Theunynck Título del original: Nijlpaarden [Extraído de: Man in Manhattan (Hombre en Manhattan, 2003), pág. 45] © Traducción española: Diego Puls (para el XVIII Festival internacional de poesía de Rosario, 2010) |