EL BIG BANG |
Dice por la noche un físico por la televisión que también es posible que un día el universo deje de crecer y que lentamente, más rápido que la luz, haga implosión. En ese caso, después de nosotros podrían surgir todavía trillones de universos y ahora tan sólo pendemos debajo de un árbol genealógico universal. Cuesta imaginar que sólo sea posible propagarse dejando de existir.
Por la mañana, cuando al comenzar un día veo cómo me he puesto otra vez a respirar, comparo esta eyección indiscriminada de astros con mis pechos ascendentes y descendentes, con la antena de una radio, que puede extraerse y meterse sin objeto una y otra vez y a continuación, de momento mi intento más logrado, con una anémona de mar.
Lieke Marsman (título original: Oerknal; extraído de Wat ik mijzelf graag voorhoud [Mis queridos espejismos]; editorial Van Oorschot, Ámsterdam, 2010) © Traducción española: Diego J. Puls 2011 (poema traducido a las lenguas oficiales de la Unión Europea por encargo de la Casa flamenco-neerlandesa deBuren, Bruselas, con ocasión del premio Het Liegend Konijn a la mejor opera prima) |