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LOS BELGAS

 

 

seguiremos

recorriendo los recovecos

de sus gloriosas memorias

 

cien años soportamos

sus traseros sus diarios

sus valijas colmadas de sueños

 

juntos nos deslizamos en el ahora

una morada movediza

de vagos olores humanos

 

les esperan artefactos modernos

mientras nosotros, cansados

y obsoletos, quedamos atrás

 

como una vieja reina

de un país caprichoso

que se nos parece

 

listos para el gran desguace

(dios sonríe

y elige su hora)

 

nuestra madera brillante servirá

para hacer asado

con nuestro último fuego

 

 

 

Michaël Vandebril

© traducción española: Diego J. Puls, 2013

(con ocasión de la retirada de la circulación de los coches del subte A de Buenos Aires fabricados en Brujas entre 1911 y 1919)