DE NOCHE EMITE DESPACITO LUZ POLAR |
Vivir en sus abandonados brazos. El achuchón es un ramal en el sendero del bosque, tan inalcanzable otrora
como la niebla vagabunda. Otros días parece que se hubiera tragado una cascada.
El aroma de gigantes gaseosos, polvos de talco, goma arábiga. La deriva de los continentes es su baile dominical.
Erijo un puesto de guardia en su perfume de almendra tostada y sándalo, ostras raídas. ¿No es ella el centro
del mundo? Deambulo en su interior, un laberinto donde errar con gracia. Venero su piedra negra, hija del espacio.
A veces lleva puesto todo el atlas: flotan fiordos caprichosos en sus ojos, África es un escalpo atado al cinturón.
Soy una conquista temerosa. De noche emite despacito luz polar sobre mis botas embarradas en el corredor.
Maarten Inghels (título original: ’s Nachts straalt zij zachtjes poollicht uit) © Traducción española: Diego J. Puls 2016, con ocasión del XIII Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua (por encargo del Fondo Flamenco de las Letras) |