ANOTADO |
Por suerte nuevo impacto en el corazón. Comunicado a la fraternidad que no podemos acceder lo suficiente a nuestros conocimientos pero que por la fe podemos esperar que todo nos quedará claro.
Era un día caluroso y el pan y las aceitunas la estaban pasando muy mal. No somos de aquí. ¿Podemos decirlo de otra manera? También el pan y las aceitunas están aquí por casualidad.
Hemos aprendido a nombrar con arreglo a la forma y el sabor y eso es suficiente explicación.
Cuando pese al calor me viniste a preguntar quién había inventado la palabra en la que el pan se mantenía fresco y aromático solo atiné a señalar el final de la calle donde cuelgan unos carteles donde casualmente pasaba alguien que se hacía llamar Gabriel y donde agudo como una punzada en el bazo un pájaro se puso a cantar en la canaleta.
En realidad querías saber si para el amor también había una palabra pero no la había. Solo para el susto que trae aparejado.
Jan Baeke (título original: Opgeschreven; extraído de Seizoensroddel [Habladurías de estación], ed. De Bezige Bij, Ámsterdam 2015) © traducción española: Diego J. Puls 2016, con ocasión del XIII Festival Internacional de Poesía de Granada, Nicaragua (por encargo del Fondo de las Letras Neerlandesas) |