EL ABUELO QUE NO TUVE |
Mi abuelo me guía en su urna, cuelga mi abrigo junto al retrato familiar y el fusil mientras su espalda se endereza. Las manchas hepáticas se desinflan.
Convertimos el tiempo en una mosca aplastada sobre una ventana recién lavada.
Me sienta en su rodilla, me cuenta de nuestra especie. El hades en las venas que todo lo limpia. El hueco entre sus ojos que se hincha de tinta y que se cierra. Me acurruco contra él. Asiente, se resiste a creer que mi birome contenga una bola.
Ellen Deckwitz (título original: De grootvader die ik niet had, extraído de De steen vreest mij [La piedra me teme], editorial Nijgh & Van Ditmar, Ámsterdam, 2011) © traducción española: Diego J. Puls 2018 (con ocasión del XIII Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires) |