Menu Content/Inhalt
oye amor

 

[1]

 

todo se ve distinto todo adquiere otro color y lo haces tú solo

apareciendo. ¿no hay diferencia entre lo que muestra tu cara

 

y piensa tu corazón? nacido de tanta riqueza fatua, tanto juvenil

tras ingerir amor obstinado mezclado llegaste al mundo

 

no en una isla errante salido de un mar hirviente o grutas abovedadas

sino en la isla donde todo crece por sí solo sin siembra ni siega

 

donde no se ven malvarrosas asfódelos cebolla albarrana ni lupín

sino la flor del olvido panacea universal arrobo y loto silvestre rosas y violetas

 

ni la lanza de la hija del coloso ni el relámpago

del coleccionista de nubes se encargan de engendrarte

 

la parte más ridícula del cuerpo sola es la fuente de la que todo

embebe la vida no meramente vivar o criadero

 

todas las cosas amenas son obsequio tuyo todo lo que da

la vida porque ¿a quién le importa una vida despojada de placer?

 

[2]

 

más deliciosamente vive quien sin noción ni razón casi

no tiene pena para marchitarse enseguida después en la flor

 

belleza volverse diminuto empalidecer alegremente ay tan amada

la niña de pelo ondulado por estar desatada y ebria naturalmente

 

llenar toda una vida festejando bailando y jugando oye amor

justo algo para ti nacer de un fémur luego absolutamente solo

 

serlo todo hombremujer rey pezcaballo rana hasta esponja creo

no encuentras seres más calamitosos que nosotros pues el resto se contenta

 

con los límites que fija la naturaleza mientras nosotros excedemos

siempre los límites del destino así tu bondad es completa y permanente

 

colmas de alegría y placer bailar y saltar en eterna

borrachera y eso en un periquete no excluyes a nadie

 

[3]

 

no excluyes a nadie de tu obsequio ay tú amor único que solícito

y benévolo estrecha entre sus brazos a todos por igual

 

levanta un bloque de roca entrelaza de una vez mil leyes

glosa con glosa sentencia con sentencia pura materia transformada en

 

sentimiento pensamiento queidad aquí y ahoridad comoidad casos de cosas

como triángulos cuadrados supercuerdas y otras figuras geométricas

 

dibujadas todas mezcladas creando un verdadero laberinto de líneas

donde todo un pelotón de letras en un orden asignado siempre

 

cambiante y donde vamos palpando a ciegas en cualquier caso

nunca tocas el problema de cómo aun alguien sin conocimiento

 

puede tener la llave de ese mismo conocimiento reiteradas veces recalcas

la gracia pero nunca haces diferencia entre la gracia obsequiada

 

gratuitamente y la santificante incitas a hacer buenas obras

pero no distingues entre obra personal y la propia obra

 

[4]

 

uno tiene trabajo para al menos siete barcos cargueros otro expone

cien fanegadas de casas mientras tú mantienes la esperanza

 

feliz naturalidad que justamente reside en el desconcierto es así

mayor a medida que hay más de ti que traga sentir pensar

 

porque ella es más fuerte y superior subiendo el cuerpo con menos

esfuerzo primero porque ya está en terreno propio y segundo

 

porque sentir pensar ya en vida ha adecuado con malla fina

el propio cuerpo con miras a esta metamorfosis

 

la dicha solo entonces comienza por completo cuando sentir-pensar pierde

su cuerpo original y recibe inmortalidad hasta aquí amor estás

 

tanto anclado en lo corpóreo como elevado por sobre lo corpóreo

lo invisible por sobre lo visible lo que ningún ojo ha visto

 

ningún oído ha oído lo que a ningún corazón ninguna mente se le ha ocurrido

todo lo que lo desconocido ha preparado para gente que ama

 

ese eres tú que el paso a la otra vida

no nos arrebata sino que hace más perfecto

 

 

Rozalie Hirs (título original: zeg liefde)

© traducción española (para Uruguay): Diego J. Puls 2013 (publicado en ahora es una rosa, editorial Yauguru, Montevideo, 2019)