que se calzó mis zapatos |
1
mira las hojas de fresa del bosque donde ronronea luego gato entre púas árbol su fluida cornamenta sopla viento reseco rodeando islas con espinas
corta vencejo una cola formando dos puntas flota batea riberas a mi chaladura rositas en piernas de horquillas andan dedos con la mente en lengua envuelta en chasquidos
emergen contentos de la vida gérmenes de sus capas soy pasajeramente alba lila su tallo brotado lo permite virutas de corteza de abedul bailando al viento
2
hierbobordea la orilla de un campo de grosellas peladas en barrón abandona trébol robo de follaje sus árboles otoñales gira un ágil caballo baila un bonete
por campos abrasados surca arado y extrae raíz se ahogó donde barco bate arribada con palo de vela la vía en un variopinto vuelo de pájaros carpinteros catorce años
he llorado ven ahora ven mañana barbada rozamos campanillas de manto de dama campos de lirios verde agua tierra perlada blanquecina
3
loco por abono de higos y lirios vuelo de ave en picado en charco de agua lleno de sol y viento ululante consumen tierra con papel labrado deprisa nubes barridas volando
prados aireados entreverados con blanco he venido cruzando leves colinas al encuentro de la muerte que se calzó mis zapatos he partido por helada viva los pies descalzos
entre perennes pinos piñoneros baja la marea por bajíos hasta pantorrillas de un mar panzudo humo al hielo rama con canas arrugada crepitante
flor sus nudos letras florecientes asió el día la noche e interminables acequias bandas relucientes por campos con ortigas a mis pies
4
que la escarcha matinal germine y germine el sol lechoso lluvia bailando en hondonadas bordeando trocha suelta acarició cabeza y pómulo ramas de olivo
ramas de fresno se mecen luego salto de cama con edredón tomo agua de lupa sueño escamado aromas extraviados en el aire flotan por un sendero donde salta uña de caballo
con impresión de pasos de trote apoyo pies nocturnos en el campo gris claro cubierto de nieve de ventisca junto a pequeñas chalanas que ejercen cenagal
5
con hojas rojas granadinas los pelos sanguíneos veo escarbar salicarias en sembradíos mala hierba colas de caballo acodadas campo lleno de mayo
humedeced la tierra para sembrar primavera pedid tiempo a las montañas cardos amarillos pálidos imposibles de hilar fino no muy cerca flotan vainas en acequias espejean blancas umbelas de saúco
oled aromas extraviados en el aire envueltos en abrigo de jazmín verde musgo moteado escalan con tallos de margaritas de los prados escaleras en pelos pavones diurnos mudando en pupas
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como si la luz oyera a través de las paredes población de árboles se despliega todo un camino por venir confié ciegamente florecientes nenúfares y lotos
junto al agua en sol abrasador siguen luchaderas miembros conducidos por movimientos del viento barcos de corteza guijarros murmurantes en arroyo ruedan lentamente
repiquetear hacia la duna bordeando tugurios magiapena flores del pantano de hojas palmatisectas de caída prematura trenzo coronas de estrellas cálices para beber
7
siempre clavados en nudillos pequeños puñales de ardientes agujas de alerce ortigueras otra vez mudando a rojo donde crece pie de oso rodeando pálida corteza de abedul zumban abejas
la luna sus caprichos ven euglenas ruiseñor saltarín como luego belladonas resbaladizas ancas de rana se lanzan al serpenteante arroyo entre abetos la letra manuscrita y
campanillas de mar ondeante alarma de felicidad hierba algodonera de blanco arroyo brotes de hierbas de punta azotan en una colina balizas a lo lejos barcos entienden hasta espejear incluso
Rozalie Hirs (título original: die deed mijn schoenen aan) © traducción española (para Uruguay): Diego J. Puls 2012 (publicado en ahora es una rosa, editorial Yauguru, Montevideo, 2019) |