MONTECILLO BÁRBARO |
Muerte no llega hasta el sitio donde duermo,
aunque me llueve tinta roja en los ojos,
cerezas de las yemas de tus dedos, sombra negra en tu muslo.
Un pequeño dios pelado deposita unas horas más tarde
una moneda de oro al lado.
Te cubres la rajita levantando la nariz,
viento de frente.
Hueles el mar en mí, caliente y próximo.
Stefan Hertmans (título original: Barbaars heuveltje) © Traducción española: Diego J. Puls 1997 (con ocasión del festival de poesía «Saint Amour», Círculo de Bellas Artes, Madrid, 1997) |